Aunque durante años hemos creído que la razón por la que éramos zurdos o diestros era por las funciones diferentes en el cerebro, en realidad, y según un reciente estudio publicado por la prestigiosa Universidad Ruhr de Bochum (Alemania), esta determinación tiene que ver con la médula espinal.
Según nos hicieron creer los científicos en el pasado esto se producía por el desarrollo de los dos hemisferios del cerebro durante la gestación del feto en el vientre de la madre. Si el hemisferio más desarrollado es el derecho, el bebé será diestro; y si el más desarrollado es el izquierdo, el bebé será zurdo. Este desarrollo determinante ocurría durante la octava semana de gestación, por lo que los científicos han vuelto a estudiar esta fase para comprobar qué ocurre realmente.
Después de estos estudios, se han comprobado que muchos genes dependen de la médula espinal, encargada de controlar los movimientos de las extremidades y que actúa precisamente, en la octava semana de embarazo, en la decisión de ser zurdo o diestro. Bien visto esto, podríamos acordar que se trata de un trabajo conjunto entre el cerebro y la médula espinal, pero esto no es así porque la conexión entre ambas partes del cuerpo no está relacionada en esa fase de gestación, por lo que será la médula espinal la única responsable de ser zurdo o diestro.
¿QUÉ DETERMINA QUE SEAMOS ZURDOS O DIESTROS?
Sin embargo, aún nos queda contestar a una pregunta y es que, aun proviniendo de la médula espinal, ¿qué determina que seamos zurdos o diestros? aunque durante muchos años se pensaba que venía determinado por los genes escritos en el ADN, ahora también sabemos que depende de muchos factores externos de carácter ambiental, que todavía están por determinar.
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