1) EVITA COMPARACIONES. La adquisición de habilidades es parte de un proceso de desarrollo continuo en el que cada niño lleva su propio ritmo de aprendizaje. No es aconsejable comparar la capacidad de nuestro hijo con la de ningún otro. ¡Dale libertad y permítele jugar!
2) DESTIERRA EL VERBO “OBLIGAR”. Los mejores aprendizajes de la vida se hacen jugando, esta es la filosofía de los juegos STEM. Si obligamos al niño éste puede generar rechazo a las actividades que le propongamos. Lo más recomendable es facilitarle juegos con finalidad educativa y utilizar estrategias adaptadas a su edad.
3) PLANTEA AL NIÑO RETOS COTIDIANOS. Asegúrate de que el reto sea adecuado a su edad. Si le resulta inalcanzable acabará desmotivado. Los juegos STEM de Miniland se basan en la resolución de problemas y se enfocan a edades concretas. Una sobreestimulación inadecuada puede tener el efecto contrario al deseado. No olvides que si no consigue resolver el reto el efecto será el contrario al perseguido y su autoestima se verá afectada.
4) APUESTA POR LA DIVERSIÓN CONSTRUCTIVA. El encaje de piezas, los puzles, la elaboración de construcciones… todos estos juegos inciden en su visión espacial, en su habilidad matemática y en la formación del pensamiento abstracto. El Mecathech de Miniland es un juego de construcción de tipo mecánico que impulsa la creatividad.
5)
AYUDA AL NIÑO A CULTIVAR SU MEMORIA. Los juegos de reconocimiento, los que se basan en emparejar iguales o contrarios y las actividades con las que se trabaja la memoria, son de gran ayuda. Dedicando unos minutos de juego a estas tareas es posible potenciar las habilidades simples de razonamiento deductivo.
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